POR
RUBÉN FIORENTINO
Fuente: Diario La Capital |
Fuente: Diario El Litoral de Concordia |
Triunfó en los escenarios y también en la pantalla sin distinción de tamaño. Sus éxitos abarcaron indistintamente al cine y la televisión. En el séptimo arte desplegando su labor de actriz y cancionista, fue parte del elenco o protagonizó filmes como La guerra la gano yo, La balandra Isabel llegó esta tarde, Sangre y acero, El patio de la morocha, Del cuplé al tango, Los chicos crecen, Café de los maestros, Vivir es formidable, La despedida, La vida color de rosa, La historia del tango, El hombre del sábado, El tercer huésped, Allá en el setenta y tantos, Se rematan ilusiones, Un tropezón cualquiera da en la vida, Don Juan Tenorio, Buenas noches, Buenos Aires, Arriba el telón y seguramente algunas otras que se me pueden estar escapando. En televisión integró aquellos recordados ciclos como “La familia GESA”, “Las veinticuatro horas”, “Hombres de mi vida” y brilló en ese inolvidable ciclo que fue “Grandes valores del tango”.
La radio tampoco supo resistirse a la magia de su encanto y la sumó a sus huestes en el radioteatro: ”Narcisa Garay, mujer para llorar”. Difícilmente Enrique Santos Discépolo pudiese encontrar una intérprete más cabal que ella de sus inolvidables letras. Por su formidable labor obtuvo merecidas distinciones como el “Cóndor de Plata a la trayectoria” y el “Konex” que la distinguía como “Mejor intérprete femenina del tango” cuando corría el año 1995. No solo el público local enrojeció las manos de aplaudirla. Su arte llegó también a Estados Unidos, Centroamérica, Israel, Brasil, España, Canadá, Cuba, Francia y Japón lugar el que frecuentó en repetidas oportunidades.
Supo acompañarse de calificados músicos como Francisco Canaro, Roberto Firpo, Atilio Stampone, Mariano Mores, Osvaldo Requena, Omar Valente, Roberto Pansera, Argentino Galván, Jorge Dragone, Oscar Bassil, por citar solo algunos. Claro, cuando ya definitivamente había abrazado la causa del tango. Lo resalto porque sus comienzos no fueron estos sino que tuvo su primer espaldarazo triunfal al ganar un concurso de canto español cuando aún era casi una niña. También supo interpretar con propiedad canciones y baladas del cancionero internacional pero…ella era Buenos Aires que seguramente está acusando con pena su partida. Afortunadamente la magia del disco hará que su voz se perpetúe en el tiempo a través de los inolvidables trabajos realizados para los sellos Pampa, primero, y Microfón y RCA Víctor, después. Los surcos del disco recogieron para siempre su canto castellano y los trabajos que realizó en idioma idish, gallego, portugués, francés y hasta japonés.
Otros testimonios para tenerla siempre presente son el libro “Virginia Luque, la estrella de Buenos Aires” de Mario Gallina y el cortometraje “Virginia Luque, la luz de una estrella” de Diego Fernán. Seguramente los que peinamos alguna cana añoraremos esos primeros planos que le prodigaban las cámaras de la llamada “caja boba” para resaltar esos ojos hermosos, de mirada profunda dotados por el Creador para un rostro por demás agraciado. Recuerdo que en una de las últimas reuniones de CD del Centro Cultural del Tango Zona Norte sonó su nombre para designarla como Socia de Honor de la entidad el próximo 18 de Septiembre. No pudo ser, como también el destino nos negó idéntica designación para con Guillermo Rico, Ángel Cárdenas, Argentino Ledesma, Carmencita Calderón y Nelly Omar. Quizá nos traicionó el sub consiente de desear que los grandes no se marchen nunca…Adiós Virginia, tu patio…y el tango todo, lloran tu ausencia…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario