Crónica por Rubén Fiorentino
El pasado 12 de Diciembre concluimos institucionalmente un año
complicado. Distintas circunstancias hicieron que no fuera éste uno de los más
felices. Las pérdidas irreparables nos golpearon duro pero acusamos sin
disimulo el golpe y seguimos adelante con redoblado esfuerzo como mejor
homenaje a la memoria de los que se fueron. El cierre del XV Certamen de Poesía
y XI de Cuento Breve y la celebración diferida del Día Nacional del Tango
fueron motivos válidos para generar un programa atrayente para que el público
se diera cita en la clásica sala de 9 de Julio 512.
Dispusimos para la ocasión de un elenco totalmente renovado respecto a
espectáculos anteriores. La prueba fue que todos resultaron debutantes absolutos
en las programaciones del Centro Cultural del Tango Zona Norte.
Precedido por el tango emblema “De Academia”, Jorge Gatti, conductor de
la reunión, se encargó de dar la bienvenida a los entusiastas tangueros que
acudieron a disfrutar de la velada. Me cedió el uso del micrófono luego, que
utilice para recordar a los que partieron y para augurarles a todos una noche
feliz.
Pedro Rueda Ventimiglia y un talentoso cuarteto reunido para la ocasión conducido
por el contrabajista Oscar Pitán e integraban también Luis Simón en violín,
Rubén Sloninsky en bandoneón y Pablo Valle en piano fueron los encargados de
inaugurar la jornada.
Un repertorio donde sobresalían El adiós, Pa´ que bailen los muchachos,
Tinta roja, El bulín de la calle Ayacucho, Cuesta abajo, Maquillaje, Trenzas,
La última curda, Ventarrón, Tabernero y otras temas clásicos arrancaron los
espontáneos aplausos de los presentes que se vieron redoblados cuando los
músicos se lucieron en sendos instrumentales Canaro en Paris y Triunfal.
A todo esto la pareja de jóvenes bailarines integrada por Nuria Vázquez
y Hernán Aranda, a pesar del poco espacio disponible en el escenario se las
ingeniaban para dibujar lucidas figuras coreográficas.
Pintaba auspiciosa la cosa con un inicio tan vibrante, corto a mi gusto,
que la estaba disfrutando a pleno, pero otros compromisos contraídos por ellos
en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires requerían de buena parte de estos
talentosos muchachos.
Llegaría a continuación la entrega de menciones de Cuento Breve y
Poesía, el Reconocimiento a la Trayectoria después, donde el experimentado
Rubén “Pocho” Villegas se emocionaba hasta las lágrimas al recibir la
distinción de manos de Héctor Moyano y Jorge Tirigall. Posteriormente fueron requeridos
los distinguidos con los quintos y cuartos puestos de ambos rubros quienes
pasaron a recibir los diplomas que así lo certifican.
Luego de concluido esto
subió al escenario ese embajador del tango en el mundo que es Martín Alvarado. Acompañado musicalmente por su guitarra nos ofrendó importantes obras de
su repertorio como El corazón al sur, Milonga triste, La misma pena, Estás en
mi corazón, Quédate por siempre que oportunamente dejara impresas en los surcos
del disco. Además de sus canciones largamente aclamadas, nos ilustró también de
experiencias recogidas en sus múltiples viajes, a lugares impensados como
Finlandia y Rusia por citar ejemplos, donde existe un público ávido de escuchar
tangos, que ya lo tiene entre sus favoritos.
Cuando el hombre, después de tanto canto y charla necesitó hacer un
obligado respiro se produjeron las entregas de los terceros y segundos premios,
dejando el suspenso para el cierre.
Martín todavía tenía cuerda en el carretel para seguir regalando su
trino, no obstante, dado lo avanzado de la hora, apuramos esa Milonga del
trovador que marcó el cierre de su actuación, para pasar a la entrega de la
Orden de la Amistad Tanguera, que Jorge Bottino recibió agradecido de manos de
Ricardo Demelli y Esteban Fiorentino, este último columnista de su programa
radial “Las cosas por su nombre” que ya sobrepasó las 900 emisiones.
Restaba coronar a los triunfadores del certamen literario y fue el
querido “Vasco” Zabalza el primero en recibir su estatuilla y diploma por su
trabajo Van de la mano, presentado para el rubro Poesía.
Por supuesto se le pidió que leyera la obra triunfadora y así lo hizo
poniéndole la cuota de emoción necesaria para poder trasmitir al que escucha
esas sensaciones experimentadas a la hora de volcar los pensamientos al papel.
También por acumulación de puntos obtenidos por los otros trabajos
presentados, la entidad a la que representa el grupo literario “Hojarasca” de
Pergamino se hizo merecedora a la distinción reservada para las entidades en la
especialidad que concursó.
En tanto los “Poetas del Encuentro” de Villa Ballester, obtenían
idéntico lauro para cuento breve por los trabajos presentados por María del
Rosario Lorenzo y Norma Fernández.
La entrega a los campeones de la presente edición se cerraría con Raúl
D´Alessandro de Mar del Plata, que por razones de salud el año anterior no pudo
recibir idéntico logro obtenido en 2014 y ahora reincidía en lo más alto del
podio con la obra.
Invitado a leer su obra El último clásico, D´Alessandro se excusó alegando no disponer de
sus anteojos para hacerlo. En esas circunstancias, no queriendo que los presentes
se perdieran de escuchar tan lucido trabajo tomé sin dudarlo la posta y no me
equivoqué por cierto, al palpar las exclamaciones de aprobación que mi lectura
provocaba.
Campeones. Adolfo Zabalza y Raúl D´Alessandro intercambian saludos e impresiones luego de su coronación. |
Así culminaba esta singular jornada, con la entrega del cuadernillo
conteniendo las obras ganadoras a la salida de la gente y con dos bonitos
obsequios que recibimos de manos de Carlos Casellas y Margarita Acevedo. Un
libro el primero de los nombrados y una fotografía de “El zorzal Criollo”
enmarcada que nos trajo la dama.
De esta forma se cierra un nuevo capítulo de esta historia que comenzó a
forjarse hace dieciocho años, con algunos actores que ya no están, pero que
sembraron la semilla para que hoy podamos seguir generando actividades como
esta que fue de una superlativa jerarquía.
Amistad Tanguera. Bottino comparte su alegría con su hijo Juan Francisco |
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