miércoles, 16 de diciembre de 2015

Y cruzaron el disco... de pasta

Cuenta la leyenda que en 1925, año de las giras y las gestas épicas, guiados por el suizo Aimé Tschiffely, un par de caballitos criollos, Gato y Mancha, emprendían la odisea de unir Buenos Aires con Nueva York... Noventa años después, otros dos pingos, burreros y literarios, acaso ignorando el precedente histórico, entrelazaron el campo con la costa, unieron Pergamino con Mar del Plata con escala obligada en San Isidro, también para consagrarse...
 
Esto surge de la resolución de la última edición del Certamen Literario que anualmente organiza el Centro Cultural del Tango que en 2015 tuvo como eje temático al Turf y tuvo su ceremonia de premiación el pasado Sábado 12 de diciembre en el marco de los festejos por el Día Nacional del Tango.
 
Los ganadores no fueron improvisados en la materia y ambos ya habían sido laureados en fustas de este tipo. El "Vasco" pergaminense Adolfo Zabalza, en poesía, y el oriundo de "La Felíz", Raúl D´Alessandro, en cuento breve, alcanzaron el premio mayor.  El primero lo hizo con su obra "Van de la mano", mientras que quien también se coronara en 2014 en relato llegó a la victoria con "El último clásico". 
 

También fue la gran noche de María del Rosario Lorenzo, quien hizo doblete de publicación en el cuadernillo con las obras premiadas , y Norma Fernández, quien por primera vez accedió al mismo, ubicándose entre las cinco primeras.  Ambas posibilitaron que Los Poetas del Encuentro de Villa Ballester volviera a consagrarse en Entidades, una modalidad extra de competencia que tiene por objeto el estímulo de la actividad y la creación literaria en talleres, clubes, sociedades de fomento, etc.
 
 
 
Casellas. Un bardo que supo ser bicampeón, siempre presente.
 
Desde Lujan para llegar al podio.
Por su parte, Mirta Beatriz Mineo se alzó con el Premio Roberto Peregrino Salcedo, un estímulo que anualmente se entrega, con su cuento "El último tango".  A continuación reproduciremos los esquemas con las obras premiadas (del primero al quinto) como establecen las bases que en 2016, y a modo de homenaje del 70º aniversario del Glostora Tango Club tendrá como temática "El Tango y la Radio".
 

 
 
Finalmente, las obras que se adjudicaron el XV Certamen Poético y XI de Cuento Breve, de una calidad extraordinaria, fueron compartidas con el público presente, ávido de disfrutar de versos, metáforas y alegorías.  El propio Zabalza, quien a su vez se alzó con el Premio Entidades (Grupo Literario Hojarasca, de Pergamino), interpretó sus palabras mientras que Rubén Fiorentino fue el encargado de leer el cuento ganador, trabajos que compartiremos a continuación en versión audiovisual, para compartir la emoción del momento, y en forma escrita para los rigurosos analistas, deseosos de diseccionar versos, evaluar métricas o buscar recursos literarios..

 
VAN DE LA MANO
 
 
 
 
Tango y Turf van de la mano
por la recta de la vida,
y entre atriles y corridas
se dan abrazos de hermanos,
allá en un tiempo lejano
aquella unión verdadera,
apagó la lastimera
queja de algún perdedor,
cuando un tango flor y flor
cubrió pistas y gateras.
 
Quizás “Por una cabeza”
sea el himno del burrero,
quien muchas veces cabrero
lo canturreo con nobleza,
este tango es la certeza
de que el Turf es la pasión,
que lleva en el corazón
todo aquel que los domingos,
se juega el resto a su pingo
buscando su salvación.
Cuando se cierra el portón
y se apagan las luces,
un tango le sale al cruce
al que enjuga un lagrimón,
pero por guapo y varón
no se deja ver llorar,
por eso dentra a silbar
para aliviar su tristeza,
aquel “Por una cabeza”
que nunca habrá de olvidar.
 
 
 
El último clásico
 
                        
            Bajó la persiana el gran cambalache.
            El último guapo empuña el sable sin remaches, y se trenza en duelo de fierros con las agujas del reloj. Las comadres se persignan, y un perro llora en el bajo.
            Los que junan el libro sagrado te chamuyan la justa; se acabó lo que se daba. Hay cuatro pingos con nombres de mishiadura que van a galopar sobre la última hoja del almanaque.
            Se pianta la vida, cortó menos diez. Ya dio la hora el gran referí.
            El resoplo del fueye apaga la luz del farol, y se va rengueando el organito por el callejón. La sonrisa de Carlitos abandona el bronce y quedan las grisetas nocturnas yirando las calles, sin rumbo, ni fe. Una madre prende la vela final y se arrodilla pidiendo piedad.
            El mate se enfría, se acabó la yerba secándose al sol.
            Un punga se afana un buzón buscando esa carta que nunca llegó, y en un recodo del riachuelo se ahoga una esmeralda en su corriente. Hay luna en cuarto menguante; el campeón  cuelga los guantes y tira la toalla al ring side.
             Una paica llora al curda que se apuró a partir en una falsa largada, y dejó amurada la copa en el estaño. La popular deja de garpe un grito de gol en el vestuario, y una nube negra oculta la florcita que se hunde en el fango. El escolazo se declara en bancarrota. Hoy no se fía. Se le vuela la paloma al viejo gavilán, y le deja un clavel marchito en la solapa. Y en la afonía de Malena, se suicidan tangos en la boca. Los yuyos cubren el caminito.
            Se silencia el lunfa. El obelisco se tambalea cuando el canillita anuncia la partida y  sueltan los pingos bravíos. Son cuatro pelajes en galope mortal; arrasan los barrios pisando malvones, y escapan llorosas las lindas pebetas de trenza y percal. Los cascos furiosos arrancan de cuajo el dos por cuatro, amasijan los fueyes ante el llanto de violines, y una lágrima en la garganta del cantor deschava su pena en el temblor de su voz. El tango nos deja.
            Doblaron el codo en la recta final, y sangra el arrabal herido por herraduras maulas.
            El corazón compadre de estirpe porteña sale en su defensa, y se alza el suburbio con himno de cumparsita. Corte, quebrada, luna de tango, y en la fantasía de un fileteado aparece un pulpo montando un potrillo de noble pedigrí. Castiga por dentro, y al compás de un tango taura, se abre paso entre la humedad que mata y le suelta rienda a la canción maleva.
 
            El tango no está perdido.

            Quinquela encurdela el lienzo de la rivera con colores vivos y pinta el verano, vuelan boletos montados en golondrinas y la algarabía desata el corso popular. Brotan jazmines en el asfalto. La luna guiña un ojo y los faroles encendidos van al pie de su seña. Hay aires de bandoneón sobrevolando los cien barrios porteños, y mi Buenos Aires querido se remonta como un barrilete buscando el cielo de la rayuela.

            Alentado por silbidos de cuarteadores, la monta criolla se apila. El pingo fiel a galope tendido se prende al grupo echando el resto, y estampa sus cascos en las arenas del tiempo.

            Cruzaron el disco. Se corrió el premio Apocalipsis, y hay final de bandera verde.

            Un malevo se santigua y junta sus manos pidiendo un milagro al dios del gotán...-Tango nuestro que estás en los fueyes...venga a nosotros tu son...

            Una lágrima artera le hace el feite de un barbijo, y le detiene el corazón por un instante.

            Se anuncia el marcador oficial. El caballo de la calesita gana por una cabeza y el alma del arrabal se hace inmortal en el tango.

 
             La voz de Carlitos le rinde tributo, y el maestro se pasea con la fusta bajo el brazo por las calles del recuerdo.

No hay comentarios.:

+Enlaces

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

- Día Nacional del Bandoneón -

- Día Nacional del Bandoneón -
El 11 de junio se celebra el "Día Nacional del Bandoneón" en homenaje a un nuevo aniversario del natalicio del mayor exponente de ese instrumento, Aníbal Carmelo Troilo o simplemente...Pichuco