Crónica
por Rubén Fiorentino
Como es habitual, en este tiempo
calendario, la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos y Cultural “Dante
Alighieri” abre las instalaciones del cine teatro Sella Maris a la comunidad
toda, para dar testimonio de la profunda admiración que siente por el más
grande cantor popular de todos los tiempos, al recordarse un nuevo aniversario
de su paso a la inmortalidad. Nunca importa que las condiciones climáticas sean
adversas, que se programen otros eventos en las cercanías, que la televisión
ofrezca una cartilla tentadora…¿Por qué? Porque Gardel, como decían sucedía con
El Cid, sigue ganado batallas después de la vida terrena y las instalaciones
del viejo recinto pronto se vieron colmadas por un público dispuesto a darle
marco a estas jornadas fogoneadas por Don José Mario Calónico, que se vienen
sucediendo sin interrupciones desde el año 1992. Por supuesto, brindando apoyo
logístico a este caro emprendimiento siempre están presentes la Asociación
“Hijos y Amigos de San Isidro” y el Centro Cultural del Tango Zona Norte.
Así planteadas las cosas, con sala
repleta y artistas aguardando su momento de brindarse al soberano, Rafael
Ruffet y un servidor no tenían más que comenzar a desarrollar el que sería un
nuevo tributo al “Zorzal criollo”. Con las presentaciones de rigor a cargo de
mi compañero de rubro y la inmediata requisitoria que hizo de mi persona, ambos
tuvimos el placer de destacar a Claudio Parenti responsable musical de las
presentaciones de cada una de las muchachas que integra el famoso grupo “Las
perlas del tango”, cuyo mentor es el vecino Claudio Durán, solicitándole nos
hiciera escuchar obras instrumentales.
No se hizo rogar el maestro
deleitándonos con A Orlando Goñi y posteriormente ofrendándonos Golondrinas.
Tal virtuosismo del guitarrista fue recompensado espontáneamente con encendidas
muestras de aprobación que ponían ese calor indispensable que hace falta en
todo espectáculo. Así estaban las cosas cuando Mónica Gabriela Santos Vega,
uruguaya ella, subía al escenario que alguna vez pisó Gardel para regalarnos
Tabaco, La última curda, Malena y Cuesta abajo. Después de los consabidos aplausos la despedí como “una campeona” que todos interpretaron como elogio a su calidad interpretativa, pero al que ambos con un guiño, le sumamos nuestra mutua filiación “xeneixe”. Me tocó destacar luego a una jovencita, rumana de origen, que recientemente me había deslumbrado con su canto en la mismísima Academia Porteña del Lunfardo. Andreea Vierú, que revalidando pergaminos nos brindó Dímelo al oído, Sur, Tu pálida voz y Cuando tú no estás.
No escatimó elogios Rafael para ponderarla y despedirla para luego darle lugar a la bahiense Michele Rey Saravia. En su voz cobraron vida Chiquilín de Bachín, Fueron tres años,
El firulete, que contó además con las figuras coreográficas que dibujaron en el escenario Karina y Ariel en la primera de sus apariciones, para cerrar luego con Balada para un loco. Impecable fue la labor de la chica que hizo honor a la tierra de Juan Carlos Marambio Catán y Carlos Di Sarli, entre otros destacados. Cada una de las damas recibió oportunamente de manos de representantes de los dueños de casa una ofrenda floral en una suerte de atención a su participación en el espectáculo.
El cierre a la primera parte de la reunión lo darían Karina y Ariel danzando Gallo ciego y el historiador sanisidrense Jorge Tirigall dando cuenta de las presencias de Gardel en San Isidro y otros datos de color que cautivaron a la concurrencia.
La segunda y parte final del espectáculo se inició con José Mario Calónico y el reconocimiento con sendas plaquetas a la Sociedad Italiana Calabreses Unidos de San Isidro y a la Associazione Civile Calabrese Di San Sosti Madonna del Pettoruto. Con el agradecimiento de los representantes de ambas entidades se cerraba lo estrictamente institucional para continuar con lo artístico a cargo del maestro Luis Migliori y su conjunto, no obstante nos quedó tiempo antes para agradecer la presencia de Adolfo Pérez Esquivel. Premio Nobel de la Paz y señora, Teresita Capparelli y Carlos Castellano representantes del municipio, el Sr. Julio Álvarez y Sra. representantes de la Sociedad Española, el Sr. Marchiori y el Sr. Jorge de la Sociedad Italiana de Tigre, el Sr. Claudio Durán, mentor de “Las perlas del tango”, Oscar Vera, poeta y Embajador de Paz, Pedro Cahue, Difusor radial de tango y Sra. Nazareno Scialpini historiador del Club Atlético Tigre y representante de San Fernando Tradicional, Juan Carlos Guillén, cantor, el Sr. Julio Affif de la Sociedad Libanesa, el Sr. Julio Orlanti y Sra. Representantes de la comunidad de los vicentinos, el Sr. Calandra del San Isidro Automóvil Club, una multitudinaria presencia de la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos de San Isidro y también presencias de la Sociedad Italiana de Belgrano. Y por supuesto el pedido de disculpas con los que en principio no habíamos visualizado como representantes de la Asociación “Hijos y Amigos de San Isidro”, Centro Cultural del Tango Zona Norte y el difusor Jorge Gatti que acompañaron hasta el final.
Con las recordaciones de los nacimientos
de Juan Manuel Fangio, Juan Román Riquelme, Lionel Messi y nuestra Margarita
Aybar producidas en un 24 de Junio de diferentes años, la segunda parte se
desarrolló al ritmo que le impuso la presencia de Luis Migliori y su conjunto
al que se sumaron dos magníficas voces, las de Raúl Leonardo y Roberto Jontade
más la presencia danzante de Karina y Ariel.
La apertura la produjo con El
huracán y continuación nos hizo escuchar
la selección de valses vieneses clásicos en el repertorio del maestro Migliori,
algunos de los cuales también fueron danzados por la pareja que monopolizaba la
parte bailada del homenaje. Los cantores se lucieron alternadamente. Raúl
Leonardo con Melodía de arrabal, Cuesta abajo, Uno, Canzoneta y Pasional, en
tanto Roberto Jontade hacía lo propio con Y todavía te quiero, No me esperes
esta noche, Historia de un amor, La última copa y Remembranza, para hacer ambos
ese cierre de despedida con fragmentos de La cumparsita y Mi Buenos Aires
querido. En tanto la formación ejecutaba instrumentales como El porteñito, El
choclo, Quejas de bandoneón y Desde el alma que también contó con la destreza
de los bailarines desplegada en el escenario. Llegaría después el cierre que le debíamos a Calónico, el recitado del poema Mi viejo de Julián Centeya que hice con mucho placer y sendas invitaciones de ambos conductores, Ruffet para interesar a la concurrencia a participar de las milongas callejeras en la Plaza 9 de Julio de Martínez y la mía para que concurran el sábado 22 de Julio en instalaciones de la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos de San Isidro al lanzamiento del libro “Julián Centeya, biografía y poemas inéditos” que contará con la presencia de uno de sus autores, Matías Mauricio y servirá acaso de homenaje póstumo para el otro, nuestro siempre recordado Roberto Selles. Así culminaba un nuevo y justiciero reconocimiento a quien "cada día canta mejor".
Fotos: Gentileza Claudio Durán, Roberto Jontade y Rafael Ruffet.
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