Crónica por Rubén Fiorentino
Tarde ideal, la del pasado sábado, para un
nuevo acto institucional del Centro Cultural del Tango Zona Norte, Academia
Correspondiente de la Academia Nacional del Tango.
Un salón cuidadosamente dispuesto, el de
la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos de San Isidro nos aguardaba ansioso.
Dos mesas preparadas para albergar los
libros y el material a utilizar en la jornada, en el extremo norte, a un lado
del banner del Centro Cultural y las correspondientes sillas destinadas a
Matías Mauricio y un servidor para que desde allí pudiesen dirigirse al
público.
El soberano, en número creciente iba
acercándose al lugar de la cita, al punto tal de lograrse una magnífica
concurrencia.
Guido Bugliese, representante de la
entidad anfitriona cuidaba cada detalle para que todo resultara óptimo.
Paulatinamente una sensación de alegría
nos invadía por las presencias que podíamos identificar.
A la de Oscar, hijo de Roberto Selles se
sumaban las de representantes de entidades amigas como el Círculo de Poetas de
Boulogne, Grupo literario “Palabras vivas”, Asociación “Hijos y amigos de San
Isidro”, los cantantes Norma Labat, Héctor Moyano y Jorge Tortosa, los
escritores Laureano Castaño y José Jorge Aldecoa Davies, el difusor radial y
conductor de espectáculos Jorge Gatti, socios y allegados al Centro Cultural y
público en general.
Como siempre con el tango emblema “De
academia” iniciamos la reunión. Después del justo y merecido agradecimiento
para la casa que nos abría generosamente sus puertas, de dar la bienvenida a la
numerosa concurrencia y de destacar el carácter del doble homenaje que
intentábamos plasmar procedí a ceder el micrófono a quien aguardábamos
ansiosamente nos narrara ese vínculo afectivo que lo ligó al común amigo Roberto
Selles y también los pormenores de ese formidable trabajo de investigación que
le demandó llegar a editar el libro “Julián Centeya, biografía y poemas
inéditos”.
Sin una planificación previa se produjo
una coordinación tal entre Matías y quien esto les narra que parecíamos
conocernos de toda la vida. Llevado al plano futbolístico, que es el que más me
agrada, parecíamos esas grandes duplas que aún perduran en la historia…Labruna
– Loustou, Bochini – Bertoni, Simes – Sued, Potente – Ferrero o acaso como
certifica Lucio Arce en su tema fue un “Centro de Guillermo, gol de Palermo” o
quizá la explicación debamos encontrarla en los propios versos de Julián…”un
fabuloso entendimiento nos juntaba”.
Todo ese intercambio de relatos y
recitados que ambos produjimos se vio enriquecido con el canto de Judith
Panigazzi y las lecturas de Haydee Margarita Sosa y también con la
participación activa de los presentes formulando preguntas que con certeza
supimos responder y también aportando vivencias que con seguridad nos
enriquecieron.
La dialéctica amena de Matías y su
formidable erudición cautivaron desde el mismo inicio a los presentes y ello
fue el factor fundamental del silencio y la atención que le dispensaron todos.
Confieso que una inmensa alegría invadió
mi alma cuando estrechaba la mano de cada uno en el instante de la despedida y
recogía de ellos el agradecimiento por haberlos hecho vivir una jornada
memorable.
Recibir de sus bocas esa palabra que
estimula y nos convence de estar en el camino correcto era un arrullo para el
oído y contemplar a Matías firmando ejemplares era un regocijo para la vista.
Haber culminado de esa forma ese doble
homenaje a ese ser maravilloso que fue y será para los tiempos Roberto Selles y
para aquel nacido en Parma, Italia y que tanto contribuyó al acerbo cultural de
los argentinos con llenaba, con fundada causa, de un indisimulado orgullo.
Fotos gentileza Jorge Tortosa y Graciela Willis.
Fotos gentileza Jorge Tortosa y Graciela Willis.
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